22 de febrero de 2024
Día 9
Versículo Clave:
“‘Porque yo sé los planes que tengo para vosotros’, declara el Señor, ‘planes para prosperidad y no para desastre, para darles un futuro y una esperanza’”.
Jeremías 29:11 LBLA
A veces, nada puede ser más frustrante que los planes que no salen como deberían. Después de meses y semanas de planificación, todo parece ir según lo planeado y algo sucede que desvía su plan. Por muy frustrante que sea, es mejor ser flexible y seguir confiando en el Señor y en Su tiempo.
En el libro de Jeremías encontramos un versículo que se cita a menudo cuando se habla de planes y planificación general. El profeta Jeremías envía una carta a los que fueron llevados cautivos de Jerusalén a Babilonia. En medio de toda la destrucción y el aparente abandono de Dios, la palabra del Señor les llega en una carta para recordarles que todo estará bien si simplemente siguen Su plan. El Señor les recuerda que Él es quien hizo que fueran llevados cautivos, pero también les instruye cómo vivir en la tierra del cautiverio. Su abandono del Señor y el seguimiento de los ídolos los llevaron a este lugar, pero Dios tenía un plan para su restauración.
Después de 70 años, Dios prometió traerlos de regreso a su tierra natal. El plan de Dios era ayudarlos a confiar en Él para todas sus necesidades y saber que Sus planes les traerían prosperidad y no desastre. También les prometió un futuro lleno de esperanza y no de desesperación. El resultado sería que estarían completamente comprometidos con el Señor cuando lo siguieran con todo su corazón. Cuando hicieron eso, Dios prometió escuchar cuando lo invocaran.
Indicaciones Del Corazón
¿Buscas al Señor mientras haces tus planes?
¿Cómo reaccionas cuando las cosas no salen según lo planeado?
Piensa en todos los planes que no funcionaron. ¿Cómo Dios te protegió y te llevó a un mejor plan?
Orar
Querido Señor, al recordar todos los planes que no salieron como yo pensaba, ahora puedo ver que tenías un plan mejor para mí. Ayúdame, Señor, a buscarte primero mientras planeo y ayúdame a seguirte dondequiera que me lleves. Gracias por tu promesa de que nunca nos dejarás ni nos abandonarás y que podrás encontrarte cuando te busquemos con todo nuestro corazón. En el nombre de Jesús, Amén.