7 de marzo de 2024
Día 19
Versículo Clave:
“’Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya comida en mi casa, y probadme ahora en esto’, dice el Señor de ejércitos, ‘si no os abro las ventanas de los cielos y derramo para vosotros bendición hasta que sobreabunde.’”
Malaquías 3:10 LBLA
Para muchos de nosotros, la idea de diezmar (o dar el 10%) es una píldora difícil de tragar. Las racionalizaciones y excusas entran en nuestra mente. Pensamos que no somos capaces y que no podemos permitirnos el lujo de hacerlo. Sin embargo, si realmente nos sentamos y analizamos adónde va nuestro dinero, puede que sea más fácil de lo que jamás creímos posible.
Muchas veces, nuestra ofrenda al Señor es el último de una larga lista de gastos. Después de nuestra hipoteca, los pagos del coche, el seguro, la comida, etc., vemos lo que queda y decidimos lo que podemos dar. ¿Te has sentado últimamente y realmente has sumado lo que se gasta en salir a comer? ¿Qué pasa con los servicios de streaming y otros lujos? ¿Qué pasaría si adoptáramos una visión radical de nuestro presupuesto y quitáramos el diezmo primero? ¿Qué pasa si diezmamos y luego comenzamos a enumerar los gastos? Al final, eso es lo que usamos para esas comodidades y comodidades adicionales.
Dios promete que si diezmamos primero, si le devolvemos lo que ya es suyo, Él nos bendecirá. Eso no significa necesariamente financieramente. Es fácil malinterpretar este versículo y pensar que el diezmo resultará en abundancia de riquezas. Significa que él proveerá para nuestras necesidades. Él nos bendecirá en formas que ni siquiera podemos imaginar. Si somos fieles en este acto, Él promete que no nos faltará todo lo que necesitamos. Da ese salto de fe y ve cómo Él te bendice poderosamente cuando eres fiel.
Indicaciones Del Corazón
¿Qué te impide diezmar hoy?
¿Cuáles son los “extras” que podrían recortarse de su gasto mensual?
¿Crees en su promesa de bendiciones cuando diezmas?
Orar
Querido Señor, ayúdame a confiar en ti y saber que proveerás para mis necesidades. Ayúdame a analizar detenidamente mis gastos y a hacer el cambio radical para retribuirte a ti primero. Quiero darte lo que ya es tuyo. En el nombre de Jesús, Amén