16 de diciembre de 2024
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”
Aunque comúnmente se piensa que el libro de Apocalipsis es un libro intimidante debido a su naturaleza apocalíptica, es un libro que muestra el gran amor de Dios por nosotros. A lo largo del libro, podemos ver imágenes de Cristo sentado en el trono, que es como se encuentra actualmente (Apocalipsis 4). Debido al gran amor de Dios por nosotros, nosotros, como creyentes, heredaremos todo lo que Cristo heredó a través de Su sacrificio en la cruz cuando lleguemos al cielo. Saber que el Señor es Alfa y Omega nos muestra que Él estuvo presente al principio de la creación, ha estado y estará con nosotros durante toda nuestra vida y seguirá estando con nosotros cuando entremos en la eternidad. Todas las características de Dios son ilimitadas, incluido Su poder, fortaleza y amor por nosotros. El libro de Apocalipsis nos señala la culminación del amor de Dios por su pueblo con la Segunda Venida de Cristo. Cristo está sentado en el trono y allí permanecerá por la eternidad. Él era, es y ha de venir; Él nunca nos deja debido a su gran amor por nosotros.
Oración: “Padre, gracias por amarnos con un amor eterno que no tiene límite ni fin. Te alabamos por amarnos a pesar de nuestras faltas y por darnos una manera de estar constantemente conectados contigo a través del sacrificio de Tu Hijo. Recuérdanos tu amor diariamente y permítenos mostrar amor a los demás como evidencia de tu trabajo y amor en nuestras vidas. Amén.”