17 de diciembre de 2024
“… así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.”
Este es el verdadero amor: alguien que sacrifica voluntariamente su vida por el otro. Esto fue ejemplificado cuando Dios envió a Su Hijo, Jesús, a morir en la cruz por nuestros pecados. Jesús es el sacrificio único, que libre y voluntariamente dio su vida por nosotros. Ahora Él reside en el cielo representándonos como nuestro Sumo Sacerdote y Rey. En el Antiguo Pacto los sacrificios de sangre, por perfectos que fueran, tenían que repetirse una y otra vez, pero Jesús, quien marcó el comienzo del Nuevo Pacto, aunque tentado como nosotros, era completamente sin pecado y sin mancha. Aunque Él era completamente Dios, también era completamente hombre, que era completamente perfecto y sin pecado, lo que le hizo posible morir una muerte sustitutiva en nuestro lugar. Sin derramamiento de sangre, no hay perdón de pecados, pero la sangre de la vida sin pecado e inmaculada de Jesús nos liberó del juicio que merecemos a causa de nuestro pecado.
Lo que Jesús hizo en la cruz fue el plan de Dios desde el principio, sin embargo, Jesús tuvo que tomar la decisión de hacer o no la voluntad de Su Padre. Aunque le costó la vida, decidió morir para que nosotros tuviéramos la oportunidad de recibir la vida eterna. La elección que hizo demostró que su amor extremo por la humanidad era el mismo que el de su Padre.
Aunque Su muerte en la cruz hizo posible la vida eterna, está condicionada a la fe en Él. Es una decisión personal que cada uno de nosotros debemos tomar. ¿Has tomado esa decisión? Si no, hazlo ahora. Simplemente reconoce que eres un pecador y pídele que te salve y Él lo hará. Si has tomado esa decisión, agradece a Dios por la seguridad que tienes de tu propia salvación y continúa viviendo tu vida de una manera digna de ser llamado hijo del Rey. Él está regresando y Su regreso es inminente. ¡Por favor asegúrese de estar listo para encontrarlo cuando venga!
Oración: “Jesús, tú eres el Rey de reyes. Tú eres también el gran sacrificio dado para cubrir los pecados del mundo. Guíame en tu verdad y enséñame para que pueda acudir a ti todos los días para todo.”